En una de las tantas caminatas que ofrece El Bolsón, en este caso hacia el Cañón del Azul, me resultó muy interesante tener que cruzar el río por pasarelas que, si bien son seguras, se mueven para todos lados... no aptas para cruzar de a dos a contrapié y menos con alguno que le encante ir a los saltos....Jajajajj
